Un libro tan vital como el aire que respiramos

Un libro tan vital como el aire que respiramos

El 16 de septiembre, la Universidad del Azuay junto con su Casa Editora y la Universidad de Cuenca presentaron el libro “El aire que respiramos”, en la que participan tres docentes de la universidad estatal -Rafael Zegarra, Susana Andrade y Danilo Mejía- y la profesora de la UDA Claudia Rodas.

Este manual surge como producto del proyecto "Determinación de Metales Pesados en PM10 del aire alrededor de centros preescolares de Cuenca" financiado por la UDA, que a su vez fue continuación de un proyecto de contaminación ambiental y enfermedades alérgicas, ganador de la XI convocatoria CEDIA/CEPRA en 2017.

Se trata de un manual de recomendaciones de salud ambiental dirigido a los centros preescolares de la ciudad de Cuenca. en retribución por su colaboración en el proyecto inicial que financió CEDIA.

Además, es un resultado de una productiva relación académica e investigativa de nuestra universidad con el Grupo de Alimentación, Nutrición y Salud del Departamento de Biociencias de la Universidad de Cuenca.

El primero en tomar la palabra fue el Rector de nuestra institución, Francisco Salgado, quien destacó la colaboración de docentes de ambas universidades y añadió que la obra está muy bien investigada y muy bien escrita:

“El libro es un ejemplo de las buenas cosas que se hacen con mucha seriedad, mucho conocimiento y que se comunican muy fácilmente para todos”.

Luego, Daniel Orellana, comentarista del texto, dijo que la obra es, además, muy oportuna en este contexto de pandemia:

“El Covid nos ha recordado la importancia de la salud y del ambiente en la salud, recordemos que tiene un origen en los impactos ambientales, y que está muy relacionado con las enfermedades respiratorias”.

Claudia Rodas destacó por su parte que los autores detrás del libro “son un grupo de gente muy valiosa que llevamos varios años de trabajo conjunto y vamos a seguir teniendo noticias de los distintos productos nacidos de esta colaboración”.

Por último, Rafael Zegarra indicó que espera que el texto “nos sirva para reflexionar y cuestionar nuestros hábitos de movilidad para evitar las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar nuestra calidad de vida”.