El arte y la pandemia

El arte y la pandemia

“El propósito del arte es el lavado del polvo de la vida cotidiana de nuestras almas”, decía Pablo Picasso.

Pero en la actualidad las artes han sido fuertemente golpeadas a causa de la pandemia de la Covid-19 y declarado por parte de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) como un sector en crisis.

Según la UNESCO, medidas propias del combate contra el coronavirus que se han implementado a nivel mundial -como los cierres de museos, teatros y bibliotecas- han tenido efectos catastróficos en la producción de arte y en la vida de los artistas.

“En Costa Rica, el Ministerio de Cultura y Juventud realizó a fines de marzo una encuesta en línea para reunir información sobre los efectos de la pandemia en el sector cultural y los resultados son alarmantes”, pone de ejemplo la UNESCO, y añade:

“El Ministerio estima que el 12.3% de los trabajadores encuestados vive en estado de pobreza o pobreza extrema, lo cual los pone en una situación especial de vulnerabilidad frente a los efectos de la pandemia. De acuerdo con este estudio, las principales preocupaciones económicas de las personas trabajadores del sector cultural y artístico son las siguientes: pérdida de ingresos derivada de cancelaciones (22%), incapacidad para cumplir con obligaciones con servicios públicos o estatales (16%), pérdida de empleo (12%) y la imposibilidad de cumplir con pagos de deuda y créditos (9%)”.

En el Ecuador la situación no es diferente. Un gran porcentaje de artistas ha tenido que trabajar en otro ámbito para poder subsistir. Por eso entrevistamos a las dos profesoras de UDANZA, Carmen Vásquez y Angélica Galarza, sobre la actualidad del arte en nuestra ciudad.

Vásquez nos indica que las manifestaciones artísticas son expresiones colectivas, casi masivas, y el aislamiento y la cuarentena han hecho imposible este tipo de expresiones.  

“Si no hay trabajo, no hay remuneración, por lo que el artista está terriblemente afectado, tanto económicamente como emocionalmente”, señala la profesora.

Para su colega, el artista siempre ha estado en una situación de precariedad en el país debido a la falta de apoyo de las autoridades.

“Ellos no se dan cuenta que la actividad cultural te agrega endorfinas, y a su vez esto hace que esto produzca felicidad en el ser humano”, dice Galarza.

Ambas coinciden en que el arte nos ayuda como sociedad a reflexionar y a debatir, a compartir ideas y opiniones, y -por lo tanto- “hay que confiar en el arte como arma para defender a un pueblo de la ignorancia”, en palabras de Galarza.

Con respecto a las actividades culturales en la Universidad, Vásquez hace un análisis de lo ocurrido en 2020 y dice que fue difícil suspender los ensayos y las presentaciones dentro y fuera del campus, que contaban con excelente aceptación.

En lo que respecta al futuro, Galarza asegura que “la UDA tiene proyectos en mente, muchas actividades por realizar y, sobre todo, siempre con esa buena voluntad y amor al arte”.

“Tanto la maestra Carmen Vásquez como yo reflejamos en nuestros estudiantes todo el trabajo, y ellos se entregan de manera fantástica”, concluye.

Corresponsal UDA