El tejido de paja toquilla, Patrimonio Cultural Inmaterial

El tejido de paja toquilla, Patrimonio Cultural Inmaterial

El 29 de enero se llevó a cabo el conversatorio virtual “Repensar el patrimonio a través del tejido de paja toquilla”, organizado por la Universidad del Azuay, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural del Ecuador (INPC) y la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión Núcleo del Azuay (CCE).

El evento convocó a diferentes actores del sector cultural para dialogar y reflexionar acerca de los procesos que configuran a este patrimonio cultural inmaterial del Ecuador y la Humanidad.

Martín Sánchez, Director Provincial de la CCE Núcleo del Azuay, abrió el evento con unas palabras de bienvenida en las que manifestó la importancia sobre este espacio de diálogo y todo el proyecto detrás del lanzamiento de libro acerca de este patrimonio cultural. 

“Este es un homenaje a nuestras toquilleras y toquilleros puesto que mantienen nuestra identidad a través de este patrimonio, por lo que este es un material importante que debe llegar a la ciudadanía. A pesar de la crisis, impulsamos este proyecto que da sentido a las instituciones y ahora es un aporte real”, expresó.

Posteriormente Blas Garzón, docente e investigador de la Universidad Politécnica Salesiana, compartió fotografías de artesanos que retratan el valor cultural de esta práctica y manifestó que “repensar el patrimonio implica lo temporal y estructural, estudiar las dinámicas sociales, culturales y económicas alrededor de esta actividad en el austro ecuatoriano”.

Luego, Fausto Ordoñez, director ejecutivo del CIDAP (Centro Interamericano de Artesanías y Arte Popular) destacó a esta actividad como un aspecto identificador de comunidades y una tradición que continua vigente gracias al oficio de los artesanos.

“El artesano es quien maneja la técnica y le da forma a este elemento patrimonial que hoy nos convoca; las toquilleras y toquilleros son fundamentales para la buena salud de la cadena de valor”, expuso.

Genoveva Malo, Decana de la Facultad de Diseño, Arquitectura y Arte de la Universidad del Azuay, tomó la palabra e indicó que es necesario potenciar la relación de artesanos y diseñadores:

“Hoy el sentido de hablar de este patrimonio vivo pasa por nuevos imaginarios, un mundo globalizado, la celebración de la diversidad, el mercado hoy reconoce la huella humana en la elaboración de los objetos, el diseño con historia y lo sustentable”. 

Por su parte, Juan Fernando Regalado, antropólogo e investigador, señaló que las sociedades locales requieren de reconocimientos entre cercanos más que el reconocimiento global, que a veces es un reconocimiento parcial:

“Si bien no podemos abstraernos de la realidad global, las sociedades locales tienen grandes capacidades como para ser consideradas como pasivas y exclusivamente receptivas frente a lo que se prescribe internacionalmente; la razón de ser de las prácticas culturales corresponde a un eje de trabajo educativo, es importante transmitir el valor de los bienes a las generaciones que nos suceden”.

El conversatorio tuvo una duración de aproximadamente dos horas y contó con la participación de más de 50 personas que se sumaron al evento a través de las distintas plataformas digitales.

Mauricio Velasco, analista del INPC, participó en calidad de moderador del conversatorio y finalizó con la invitación al lanzamiento del libro que reúne todo el trabajo realizado por los conferencistas en torno a este patrimonio inmaterial.

 

Corresponsal UDA