Académicas de la UDA que inspiran la investigación

El 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, fecha que nos recuerda la importancia de la presencia y contribución de las mujeres y las niñas en los ámbitos científicos y tecnológicos, subrayando la necesidad de promover y fortalecer su participación en estos campos.

En la academia las mujeres han aportado de manera significativa a la investigación en áreas que abarcan desde las ciencias naturales hasta las humanidades y las ciencias sociales. Su presencia y voz en el ámbito académico han contribuido a enriquecer el debate y a garantizar que se aborde una amplia gama de temas desde diferentes puntos de vista.

Es así como destacamos la trayectoria de Raffaella Ansaloni, vicerrectora de investigaciones de la Universidad del Azuay quien ha sido una prolífera investigadora, académica y estudiosa de los campos científicos como la botánica, biología y ecología, así como de Ximena Velez, subdecana de la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas quien se destaca en el campo de la investigación educativa y Carla Salgado, directora de IRENE y destacada investigadora en el campo de la medicina

Raffaella nos comenta: “Hay varios proyectos que están en marcha pero puedo destacar el estudio de las plantas que es a lo que me dedico, el estudio de la flora del Ecuador y sobretodo las flores cercanas a Cuenca y su entorno es lo que me ha apasionado, por su diversidad de especies creo que es un campo inmenso de estudio al cual siempre me gusta regresar”. 

Raffaella lleva mucho tiempo en el campo de la investigación, pero su amor e inclinación por el mundo de la ciencia inicia desde pequeña y enfatiza en que la curiosidad y el no conformarse con las respuestas que ya existen es lo que impulsa la investigación. 

“Desde la escuela mis maestros incentivaron esa curiosidad que tenía. Cuando llegué a la universidad me parece que muchas de las preguntas que tenía en ese entonces tuvieron respuestas y las respuestas eran obviamente en base a las evidencias que la ciencia presenta” 

A su vez, Ximena Vélez docente e investigadora de nuestra universidad menciona que para ella no hay una etapa única para volverse investigador, piensa que cuando uno siente en el corazón el deseo de investigar ese puede ser el momento de empezar.

“La motivación juega un papel importante en el amor por investigar, y en ese sentido la mía fue construida en ese momento por personas buenas; entonces creería que si queremos que las mujeres, niñas y niños apuesten por hacer ciencia hay que creer en ellos”. 

En ese sentido, la Universidad ha jugado un papel importante en el desenvolvimiento de las mujeres científicas, Ximena basa su línea de investigación en la neurociencia cognitiva, la educación, la inclusión y las altas capacidades y para el desarrollo de las mismas, la universidad ha sido un compañero vital  para el desarrollo personal y profesional para quienes estamos haciendo ciencia.

“Cada proyecto tiene en el corazón del investigador un significado y un sentido importante”. 

Por su parte, Carla Salgado docente e investigadora de nuestra institución menciona que su motivación principal para investigar y conocer más acerca de la ciencia inició cuando era niña, su curiosidad se reflejaba en juegos y su interés por saber cómo y por qué se daban ciertos escenarios. 

“Cuando ingresé como estudiante a la Facultad de Medicina de la Universidad del Azuay tuve la oportunidad de participar en proyectos de investigación y ahí me di cuenta de que eso es lo que más me interesaba dentro del área de salud”  y es así como de escenarios imaginarios y lúdicos, inició su búsqueda por respuestas certeras en el área médica. 

Carla ahora investiga el área de toma de decisiones compartidas en salud, misma que habla como los médicos o profesionales de salud toman decisiones con sus pacientes para llegar a un tratamiento determinado. 

“La Universidad me ha ayudado de diferentes maneras, he podido continuar mis estudios en un doctorado en ciencias médicas, ha brindado espacios científicos para conocer a otros académicos en mi medio o áreas afines y me ha permitido establecer redes de investigación nacionales e internacionales”. 

En la Universidad del Azuay creemos que es importante reconocer y valorar los aportes investigativos de las mujeres en la academia, al hacerlo, podemos aprovechar plenamente el talento y la creatividad de todas las personas en la búsqueda del conocimiento y la innovación, así como inspirar a futuras investigadoras e investigadores que pueden contribuir significativamente a la sociedad